Si bien no existe un concepto relacionado al Crimen Organizado,
sí se encuentran rasgos característicos que han sido, en un modo u otro,
reconocidos por varios países, lo que facilita la lucha contra este tipo de
delincuencia. Sin embargo, y después de varias décadas, todavía resulta una
tarea compleja enfrentarse a ésta y derrotarla, tal y como se tratará de ir
evidenciando a lo largo de este estudio. Dado que existen casi tantas
definiciones sobre la delincuencia organizada, como países que la combaten, y
que además es un concepto en constante evolución. Por ello se citarán las
características que más los identifican establecidas por los organismos
internacionales con algunos de sus rasgos o elementos comunes más
significativos:
- Su actividad delictiva se desarrolla con el concurso de varias personas
- La unión de esas personas para delinquir será duradera en el tiempo
- Tiene como objetivo la obtención de beneficios
- Se exige un número mínimo de personas para configurar la organización delictiva Existencia de vínculos jerárquicos
- Empleo de métodos violentos o de corrupción
- Los delitos cometidos por la organización serán graves
- Persigue la transnacionalidad para el control de mercados nacionales y extranjeros
Las estructuras de las organizaciones criminales serán más o
menos complejas dependiendo de sus fines y según sea su complejidad tendrán un
tipo de jerarquía entre sus miembros u otra. Así pueden hacerse diversas
tipologías (Jiménez Serrano, 2015) , por ejemplo:
-Las
organizaciones de jerarquía clásica: cuentan con una estructura
centralizada piramidal, en cuya cabeza hay un líder o una cúpula directiva que
acapara el máximo poder y establece las directivas que deben seguir sus subordinados.
Están caracterizadas por gozar de una fuerte disciplina, una gran
especialización y un buen número de afiliados. Son muy típicas en aquellos
países donde ha imperado o impera un régimen comunista, tales como China,
Rusia, Bulgaria o Ucrania.
-De
jerarquía regional o estructura de franquicias. Son aquellas que, a pesar
de contar con una cúpula directiva central, poseen distintos grupos criminales
con infraestructuras autónomas desplegadas en diferentes países o regiones, de
ahí que lleve este nombre, pues su forma de actuar, recuerda a la de las
franquicias comerciales
-De
jerarquía en racimo: Se refieren a asociaciones de grupos entorno a ciertas
actividades ilícitas. Existiría un núcleo central encargado de que todos los
grupos operen de una forma unitaria pero a su vez, estos tendrán su propia
jerarquía.
-Estructura
en anillos: compuesto por un grupo muy limitado de individuos, más un
número muy superior de personas asociadas con las que colabora dependiendo de
su idoneidad o especialidad criminal. Junto con el modelo de jerarquía clásica,
es el tipo de estructura criminal más habitual, especialmente en Europa
occidental.
-Redes
criminales: Normalmente se constituyen en torno a un número reducido de
individuos agrupados de forma temporal por intereses económicos y habilidades
sin un código común. Más que un grupo, son colaboradores temporales. Supone una
especial dificultad el poder identificar a estos grupos, por lo que quizás hay
más de los que se piensa. Son muy típicos en países africanos tales como
Nigeria.
Pero al margen de esta clasificación, seguramente la más
frecuente sería la de diferenciarlas por ocasionales, convencionales o
estructuradas, y así, realizamos la siguiente distinción:
Bandas de
delincuentes: Tienen una serie de aspectos comunes que las caracterizan y
que podrían resumirse en lo siguiente; están compuestas por un número
indeterminado de miembros, normalmente jóvenes inadaptados y con familias
desestructuradas, se suelen formar con la finalidad de cometer algún delito
concreto, no existe una planificación previa para cometer delitos y ejercen una
violencia innecesaria, no hay una estructura jerárquica especialmente
determinada pero sí un líder que da las órdenes, el grupo no tiene intención de
perdura.
Carteles:
Guardan características comunes a la anterior, sin embargo, están más cerca
de lo que puede calificarse de organización criminal, y destaca que sus
miembros suelen dedicarse cada uno a actividades específicas dentro del grupo,
también sus miembros tienen antecedentes policiales normalmente, pueden estar
socialmente adaptados aunque vivan de las actividades delictivas que llevan a
cabo, tienen una vinculación al grupo más o menos estable y se rigen por una
jerarquía, no ejercen sus actividades delictivas en un único territorio, sino
que viajan a otros países, a veces se conectan con otras organizaciones más
poderosas a las que les brindan algún servicio, pero sin depender de ellas se
financian y se nutren de grandes operaciones criminales, especialmente del
tráfico de droga.
Mafia: En
este grupo se encuadran las organizaciones criminales propiamente dichas, pues
son las mejor estructuradas y con mayor poder a todos los niveles. Se identifican porque
la jerarquía es rígida y estable, existiendo incluso un código de conducta que
todos los miembros deben cumplir, planifican meticulosamente todas sus
acciones, también intervienen en mercados legales a través de constituciones de
sociedades que suelen utilizar para blanquear el capital procedente de sus
actividades delictivas, se relacionan con los mejores profesionales que les
ayudan en sus entramados mercantiles y financieros.
Bibliografía
Jiménez Serrano, J. (2015). Crimen Organizado: Una
Aproximación al Fenómeno. Obtenido de Sitio del Campus Universitario de
la Universidad de Valencia: http://www.uv.es/gicf/4A3_Jimenez_GICF_14.pdf
Zaffaroni, E. R.
(s.f.). Globalización y Crimen Organizado. Obtenido de Sitio Web de
AlfonzoZambrano.com:
http://www.alfonsozambrano.com/doctrina_penal/globalizacion_crimen_organizado.pdf
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