Basta ver que en nuestra vida constantemente estamos
formando parte de redes que reflejan una gran variedad de relaciones sociales,
bien sea basadas en lazos familiares, afectivos, étnicos o de vecindad. Es por
esta razón que el principal elemento en la composición de una red social son
las relaciones humanas, las cuales permiten la construcción de redes compuestas
por individuos y grupos de diferentes nacionalidades.
Por esto las redes sociales digitales son un medio de
interacción social donde se dan
intercambios dinámicos entre personas, grupos o instituciones, pero
también es un hecho que resulta vulnerables al mal uso y en consecuencia a conflictos (Velasco
Nuñez, 2010) .
Si bien hemos visto que el crimen organizado, son una serie de estructuras sociales compuestas
por individuos que se unen para emprender la comisión de delitos de una manera
organizada y en grupo de individuos, estos
han encontrado en las redes sociales como, Facebook, Twitter una
herramienta más que importante para sus
actividades delincuenciales, tanto de captación, como de promoción de las
mismas.
El mundo virtual en donde predomina el ciberespacio que
ofrece nuevas formas a los delincuentes y organizaciones del crimen organizado,
para atacar a víctimas desprevenidas y coordinar sus operaciones. Existe una
creciente conciencia de la forma en que las bandas utilizan las redes sociales
para intimidar a sus rivales, reclutar nuevos miembros y vender drogas (Sanchéz
Medero, 2012) .
Sin embargo, la amenaza de las bandas digitales está más cerca de casa de lo
que podríamos imaginar. El uso de las redes sociales para el intercambio
dinámico se ve utilizado por el crimen organizado como medio de comunicación
hacia la sociedad, ya que en este medio los jóvenes son los que más expuestos
están a ser reclutados para la venta de drogas, para actos delictivos o para el
consumo de droga.
Por esto en el periódico digital “la Cosecha Roja” en su
articulo “El crimen organizado se muestra en las redes sociales” nos indica que:
…”Las redes sociales están forjando una
nueva generación de criminales que disfrutan cada vez más de la tecnología y
también la usan profesionalmente. Un vistazo a estas plataformas, como
Facebook, Twitter e Instagram, permite observar la manera en que los grupos
criminales utilizan la tecnología como herramienta del delito para reclutar
tanto miembros como víctimas, intimidar, aprovecharse y coaccionar. Autoridades
en Estados Unidos y Canadá están usando el término “cyberbanging” para
referirse a este fenómeno. El “cyberbanging” se explica como el uso que los
criminales hacen de las redes sociales para exhibir su poder, reclutar miembros
o incluso, concertar acciones directas contra enemigos. Por ejemplo, un noticiero local en Nueva York
reportó este año que miembros de pandillas callejeras estaban haciendo uso del
“cyberbanging” al “tagear” o señalar a enemigos a través de las redes sociales
y de esta manera organizar asesinatos. Según el reporte, las autoridades
neoyorquinas atribuyen las rencillas entre grupos criminales a interacciones
que se originaron en Facebook, Twitter o Instagram”. (La Cosecha
Roja, 2014) .
Bibliografía
La Cosecha Roja. (2014). El crimen organizado se
muestra en las redes sociales. Obtenido de Sitio Web la Cosecha Roja:
http://cosecharoja.org/el-crimen-organizado-se-muestra-en-las-redes-sociales/
Sanchéz Medero, G.
(2012). Ciberespacio y El Crimen Organizado. Los Nuevos Desafíos del Siglo
XXI. Obtenido de Sitio Web Dialnet:
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3991959
Velasco Nuñez, E.
(2010). Crimen Organizado, Internet y nuevas tecnologías. Obtenido de
Sitio Web de la Universidad de Coruña:
http://ruc.udc.es/dspace/bitstream/handle/2183/9173/ponencias_13_Velasco_Nunez_245-282.pdf?sequence=1
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